2013/01/23

Vergüenza, Alba González para #miradentrodeTIC

Autora: Alba González
1º curso del Grado de Educación Primaria
E.U. Magisterio de Donostia
UPV/EHU


Un día antes de empezar las clases después de las navidades, Carla, un niña de 7 años, está en su habitación, sentada encima de la cama.

Normalmente tiene muchas ganas de volver al colegio, ya que allí juega con sus amigos todos los días. Pero esta vez no es así. Le da mucha vergüenza ir a clase, porque después de las navidades, todos sus amigos estarán muy contentos con los regalos que les han traído los Reyes Magos. Ella, en cambio, no está tan feliz. Este año los Reyes magos no le han traído tantos regalos como a los demás. Le han traído un balón. Carla piensa que todos los niños se reirán de ella por tener un solo regalo.

Mientras Carla tiene esos pensamientos en la cabeza, su madre entra inesperadamente. Al ver a su hija triste y enfadada, le pregunta:

- ¿Qué es lo que pasa, hija?

- Los Reyes Magos solo me han traído un balón, y a mis amigos les habrán traído muchas cosas más.

- Carla, no debes estar triste por eso. Este año, los Reyes Magos no habrán podido traer muchos regalos a los niños por que no tienen tanto dinero como hace unos años. Además, ¿no era este balón el que querías hace mucho tiempo?

-Sí, pero mañana al cole solo podré ir con este balón y nada más.

- Hija, no debes preocuparte, cada uno debe estar contento con lo que le han traído. No por tener más juguetes se está más contento. La cuestión está en que cada uno disfrute con lo que tiene. A ti, te han traído un balón muy bonito, que querías desde hace mucho tiempo y aquí lo tienes. Debes de ser feliz. En alguna otra parte del mundo, seguro que hay niños que ni siquiera han tenido regalos y no les da vergüenza ir al colegio, asi que tú tampoco debes tener vergüenza.


Carla no se ha conformado con lo que le ha dicho su madre, pero sabe que tiene que aceptarlo.

Al día siguiente, en el colegio, se encuentra de nuevo con sus amigos, a los que saluda con mucha alegría. Cada uno lleva un juguete en la mano, y Carla, al verlo, se queda asombrada. En el recreo, todos enseñan lo que los Reyes magos les han traído, y Carla se da cuenta de que su madre tenía razón.


Ningún niño ha tenido más de un regalo y todos están felices. Entonces, Carla se da cuenta de que no por tener más cosas, una persona va a ser mucho más feliz.

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