2013/03/13

La Educación, reflexión de Maider Aizpurua para #purposedES

Autora: Maider Aizpurua
2º curso del Grado de Educación Primaria
E.U. Magisterio de Donostia
UPV/EHU
 

Desde mi más sincera y humilde opinión, la educación es uno de los motores de la vida que ayuda al individuo a aprender, a crecer y a madurar.

La vida es un camino de continuo aprendizaje en el que cada persona intenta encontrarse a sí misma buscando la paz, el equilibrio y el conocimiento. Para ello, la comprensión y asimilación de los acontecimientos y hechos que vivimos son esenciales, y la educación recibida durante todo el camino es la clave.

La educación engloba distintos valores y aspectos indispensables en el crecimiento personal, tales como moralidad, socialización, convivencia, respeto, capacitación, autonomía... En resumen, es la base para desarrollar el potencial personal y las habilidades individuales; y una herramienta necesaria para poder vivir feliz.

Existen diferentes contextos y medios para poder ser educados y adquirir los valores mencionados:

En la infancia, la base de la educación recibida se consigue en el contexto familiar y en el escolar. En cada ámbito se aprende lo que corresponde, aunque algunos aspectos son comunes. Lo ideal es conseguir un equilibrio y combinar los conocimientos positivos recibidos en casa y en el colegio, y como no, ignorar los negativos.

Los dos tipos de educación son indispensables e igual de importantes y el camino a seguir es muy variable según la suerte que tiene cada persona con el entorno que le toca vivir.

En la adolescencia y madurez se adquiere un amplio abanico de nuevos conocimientos y aprendizajes en un contexto social. La adolescencia, es el puente entre la infancia y la madurez, y es una etapa de cambio muy importante en la cual se genera un coctel explosivo de valores y sentimientos.

Los adolescentes salen de la niñez y empiezan a hacer una nueva vida por su cuenta y a relacionarse en nuevos contextos, sintiéndose no dependientes de sus padres, es decir, libres. Es una etapa difícil y complicada en la que se experimentan intensas relaciones sociales con las amistades; siendo el entorno de cada persona muy influyente y condicionante para madurar y seguir un camino determinado. En este momento de la vida, se ponen en una balanza el aprendizaje y educación recibidos hasta el momento y el recién adquirido “aprendizaje de la calle” o educación social; y la mayoría de las veces se ponen en entredicho la opinión y las enseñanzas de padres y educadores.

Una vez superada la adolescencia, se entra en la madurez, donde la amplitud y variabilidad del entorno social es infinito. Se crean vínculos sociales muy variados dependiendo de cada situación laboral, familiar, social. En cada vivencia de los diferentes contextos, se reciben nuevas enseñanzas, y madurar, consiste en captar dichos aprendizajes, reflexionar de lo vivido y aprender de ello sacando las conclusiones adecuadas.

De todas maneras, no debemos ignorar los aspectos personales. No hay duda que la educación recibida en cada contexto es indispensable, pero la personalidad de cada individuo es esencial para seguir un camino u otro en la vida; y todo depende de como enfoca e interpreta cada individuo los conocimientos que va adquiriendo durante su camino

Pero realmente, ¿¿¿qué es una buena o una mala educación???

Yo creo que la respuesta a esta pregunta es muy relativa. A fin de cuentas, todo depende de cada persona. Cada individuo tenemos una moralidad y una filosofía de vida, y lo que para algunos está bien, para otros está mal. Lo importante es mantener unas pautas o reglas de convivencia y respetarnos unos a otros, teniendo siempre en cuenta que cada persona es libre de ser y de actuar, siempre que no perjudique a los demás. A partir de aquí, el resto es ambiguo...

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