Autora: Josune Azpitarte
2º curso del Grado de Educación Primaria
E.U. Magisterio de Donostia
UPV/EHU
2º curso del Grado de Educación Primaria
E.U. Magisterio de Donostia
UPV/EHU
Es
una pregunta que invita a la reflexión, más aún siendo principio de
curso para todos y tiene aún más relevancia en estos tiempos de crisis
que influyen en el entorno de la educación.
Vayamos por partes. Siempre que empezamos algo (sea un curso, un nuevo trabajo…) lo hacemos con el mejor de los propósitos, y en cierto modo pienso que pasa lo mismo en la educación. Es el día a día el que nos enseña tanto a docentes como a los padres a hacer mejor las cosas. Y
es que es dura tarea la de educar hoy en día, en estos tiempos de
incertidumbre en la que muchas familias están pasando por serios
aprietos, es cuando la educación cobra aún más relevancia.
Para ir adentrándome en el tema en cuestión, retrocederé a mi juventud. Hay que decir que el sistema educativo ha cambiado significativamente desde entonces.
Y es que en aquellos tiempos y siempre según mi experiencia, los educadores se limitaban a la simple transmisión de contenidos. Cada
asignatura era un elemento independiente del otro y si te aprendías las
lecciones de memoria tenías muchas oportunidades de aprobar, y de sacar buena nota, que era lo que más valoraban tanto docentes como
padres.
Hay
que decir que en ese aspecto la educación ha mejorado mucho, ya no se
toman las cosas y las asignaturas enseñadas como icebergs sueltos que no
tienen nada que ver unos con otros, sino que todo es UNO,
y ese es un concepto que es fundamental en educación y en la vida, el
ver que todo está interrelacionado, enseñar a vivir, a convivir, más
allá de la competencia (tan impulsada en la sociedad) que solo lleva al
estrés tanto a mayores como a estudiantes.
Creo que es básico dar a nuestros alumnos las herramientas que les servirán para superar los obstáculos que se les presenten en la vida. Y
es que desde mi punto de vista, la mayoría de los padres quieren evitar
lo inevitable: las dificultades que se presentan en la vida, y quieren a
toda costa evitar esos obstáculos, y creo que no es la postura
correcta, pues lleva a la sobreprotección de los niños y dificulta más
aun la labor docente. Estamos en
la era del sufrimiento cero y todo lo queremos deprisa y corriendo, sin
pensar que siempre nos encontraremos con alguna piedrecita en el camino
o que no podemos tener lo que queremos cuando queremos, cada cosa lleva
su tiempo, no podemos pretender estar en la meta sin haber empezado a
andar.
Resumiendo,
incido en el hecho de que hay que enseñarles a los niños y no tan niños
a manejarse en el día a día, en todos los aspectos de la vida, con sus
más y sus menos , sin pretender meter al niño en una burbuja para evitar
cualquier inclemencia que pudiera alterarles. Sería
una buena idea hacerles ver que todas las cosas que aprenden están
interrelacionadas, tanto nuestras y sus acciones como todo las cosas que
ven a su alrededor. No es fácil
todo esto, pero nada es imposible, aunque recorten lo no recortable; si
tenemos claro el camino a seguir, lo lograremos todos juntos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario